Corazón roto en 2000 pedazos
Está bien, tengo el corazón roto
en 2000 pedazos.
Alguien metió un coche bomba en mi corazón,
creo que fue una mujer.
Ellas son las que ponen bombas en los coches
despues de conducirlos con ternura
por las venas de los hombres débiles.
Está bien, tengo el corazón roto
en 2000 pedazos,
unas piernas y una carretera para caminar,
porque alguien puso una bomba en mi coche.
Quizá fue una mujer,
ellas son las que ponen bombas en los coches
despues de conducirlos con ternura
por las carreteras asfaltadas
por los hombres débiles.
Está bien, tengo el corazón roto
en 2000 pedazos
y estoy caminando esta noche por la carretera.
Hay un coche que viene hacia mí,
lo conduce una mujer,
quizá quiere meterlo en mi corazón,
y no se imagina que ya está roto en 2000
pedazos.
Adiós al pantano rojo
Aquel hombre cogió el tren
de las 5,30 de la tarde
procedente del pantano rojo.
Había pasado demasiado tiempo
fuera y lejos de su casa,
apenas dorada.
Ya era hora de volver a casa.
Esta vez no llevaba el corazón en el bolsillo
ni lo había dejado sobre la vía
del tren plateado.
Esta vez no llevaba ningún nombre de mujer
tatuado en su corazón,
ni señas ni teléfonos.
Ya era hora de volver a casa.
Aquel hombre dejó su corazón
dentro de aquel pantano, lejos del viento,
en la boca de una dulce tiniebla.
Aquel hombre cogió el tren
de las 5,30 de la tarde
procedente del pantano rojo.
Y se dejó arrastrar de nuevo a la ciudad
para amarla violentamente.
Bar turbulento
Mi alma está grapada en la pared de un
sucio bar.
Mi alma es un poster de una chica fea, desnuda
en la pared de un bar.
Mi alma tiene la fecha de caducidad
tan próxima como la suciedad de este bar,
de este turbulento bar.
Demonios tus ojos
Besarte a lo lejos, bebida de dos,
en los labios o en tu Dios,
tu Dios de abajo,
el que me guarda morir.
Besarte a lo lejos, bebida de dos.
Coge tu tren, y háblalo,
duerme en mis flores, y tócalo.
Desinfecto mi vida
con gotitas de alcohol.
En la cama me invento el amor.
Demonios tus ojos.
Súbete el vestido,
y hazme reir.
Canta conmigo el blues de
demonios tus ojos.
Mis piernas aguantan
como tallo de flor.
Quiero a tu culo, nena,
como al corazón.
Demonios tus ojos.
Besarte a lo lejos, bebida de dos,
en los labios o en tu Dios
que está entre mis piernas
adóralo, mímalo.
Demonios tus ojos.
Tu voz en la carretera
Había dos aparatos de radio,
uno en frente de otro,
discutiendo sobre cual de los dos
se estropearía antes por mi .
Yo les dije silencio: ¡silencio!
pues estaba disfrutando del sonido producido
por los coches sobre la carretera mojada.
Sólo se calló uno de los aparatos,
el blanco,
y en el otro, el de color indefinido
comenzóa sonar una canción
que me recordaba a ti.
Y tu voz en los neumáticos de la carretera.
Bicho salvaje
El bicho salvaje era una mezcla de alacrán
y potro,
se lanzó sobre nosotros, la comunidad
del óxido.
El bicho salvaje.
Todos lo acabamos adorando.
Le dábamos de comer
lo que correspondía a nuestros hijos.
El bicho salvaje hechizó a nuestras mujeres
y a los hombres nos obligó a beber
su líquido negro y salvaje.
Pero todos adorábamos al bicho salvaje.
Tenía grandes ojos marrones de miel,
y nos enseño a olvidar acelerado.
Un día, el bicho salvaje se fue.
Y nosotros adorábamos al bicho salvaje
Los huesos del amor
Tengo la cuarta parte de una tiniebla hundida
en mi amor,
y por las mañanas ya no miro al suelo,
miro más abajo aún,
allí donde mis huesos harán el
amor,
deabajo de la calle asfaltada por tus besos de
rabia.
Tengo la cuarta parte de una tiniebla hundida
en mi amor.
Pero recuerda, yo nunca dije eso, nunca dije
eso,
nunca lo dije.
Tu cinturón es un demonio acariciando
balas dulces para mí.
Estoy desnudo con mis dos corazones,
tengo un corazón en cada bolsillo de mi
gastado pantalón.
Tengo la cuarta parte de una tiniebla hundida
en mi amor.
No busques soluciones en mis ojos,
no malgastes el tiempo, no,
haciendome construir una lágrima,
porque en mis ojos sólo encontrarás
tu rostro envejeciendo minuto a minuto.
Pero recuerda, yo nunca dije eso, nunca dije
eso,
nunca lo dije.
El beso de la muerte
Sólo te agarraré por la cintura
y te daré el beso de la muerte.
Te dejaré como dientes arañando
el cemento de la acera.
Esa será mi despedida del centro de la
rabia
justo dentro de tu alma.
Sólo te agarraré por la cintura
y te daré el beso de la muerte
en la fría y sucia estación del
amor,
allí donde sólo suena esta canción,
allí donde sólo suena esta maldita
canción.
Esperando al último metro
Yo solía cantar algo esperando al último
metro.
Hoy hay nubes negras riendose de mí,
y mi cantar de poco sirve.
Yo solía cantar algo esperando al último
metro.
Y los tacones de una chica bonita
a la velocdad de la luz.
Hoy ni siquiera el viento roza mis pulmones
y mi cantar de poco sirve.
Yo solía cantar algo esperando al último
metro,
esperando a que un borracho
gritara desde su lago.
Yo solía cantar algo esperando al último
metro,
y hoy estoy cantando esta trste canción.
Piano de fiebres
Tal vez mañana un accidente me bese.
Talvez mañana me llorará la suerte.
Miseria y radiografiías,
insomnio y música de perdición
con la ausencia
de mi amor.
Tal vez mañana su sonrisa será
para otro,
tal vez mañana las cien botellas me ahoguen,
las cien botellas nos ahoguen a todos
en un piano de fiebres.
Colt antimonio
Nadie vende nada, todo está comprado,
menos mi colt de antimonio que me regaló
el demonio.
Entro con mis muchachos en un ojo protegido
por pestañas canosas y organizamos una
trifulca chillona.
Sorbemos la rabia del ojo
del cerebro del hombre del rojo brazo inhumano.
Y aqui en este trozo de españa,
me gusta beber tu grasa, amor,
llevar el pelo sucio como las cabras
con las que afino mi puntería
con mi colt de antimonio que me regaló
el demonio.
Jesús ya no volverá por aquí,
sabe que he nacido yo,
hijo de todos los perros y perras que han poblado
el mundo,
y además sabe que poseo
mi colt de antimonio que me regaló el
demonio.....................s tus ojos.