Noche de hiedra
Siendo la noche de hiedra,
los tranvias son recuerdos,
en la sangre de las lentejuelas.
Siendo la noche de hiedra,
dale al candil ojos negros
y que hiervan las cenizas del corazón.
Un labio es medio beso
mientras llueven espinas
en el tejado del amor
Siendo la noche de hiedra,
los nervios dorados se doblan
y la luna es un susurro de tambor.
Siendo la noche de hiedra,
la piel de tu caricia
es la cuchilla de ml algodón.
Y una mueca de heridas
se deja la guitarra
en esta canción.
Javier Corcobado. 6 de febrero, 1991
rojo
Esclarecidos
gasa 1991