Bolero Enfermo I
Llora el bolero como la belleza cuando
es maltratada, y la estructura espectral
de ese llanto es hermosa como la sangre
minúscula en el muslo enamorado.
Y una mujer silenciosa se acerca, sin
dejar huellas a su paso, para ser abrazada
bien hondo, para ser bailada y
bailar esas pequeñas muertes, copas
de ritmo, con las que está construída
la vida, y más aún la del bolero.
Como los labios de una pistola, o los
ojos de una navaja, la mujer se
desvanece para siempre, mientras
nosotros vemos el llover armónico
y llovemos con reverencia;
besamos fuerte la boca de la canción,
tatuando sobre cicatrices el rumor
mezquino, mágico, celeste, gris,
amargo y dulce del amor.
Suicidio del reloj-vivir del corazón